#VértigoTwitter

Sunil Tripathi (www.theaerogram.com)

Sunil Tripathi (www.theaerogram.com)

Ahora que ya han pasado varios días, me gustaría reflexionar sobre lo que ocurrió en Twitter la madrugada del 19 de abril durante la persecución de los que luego serían identificados como los terroristas de Boston. Concretamente entre las 2:43 y las 5:24 de la mañana, hora de la costa este de EE. UU. Durante este lapso de tiempo, al menos, el inocente Sunil Tripathi fue falsamente acusado del atentado con bomba de Boston —que causó tres muertos y cientos de heridos— y de la muerte a tiros de un policía.

Sunil Tripathi, estudiante de la Universidad de Brown de 22 años, desapareció de su casa en Providence (Rhode Island) el pasado 16 de marzo sin dejar rastro. Su familia le buscaba desesperadamente desde entonces. El 18 de abril, el FBI hizo públicas las fotos de los dos sospechosos del atentado de la maratón de Boston. Poco después, algunos usuarios de la red social Reddit empezaron a especular —sin ningún fundamento más allá de un cierto parecido físico— con la posibilidad de que Tripathi fuera uno de ellos. En la madrugada del 19 de abril, miles —si no decenas o cientos de miles— de usuarios de Twitter y otras redes sociales dieron por hecho, erróneamente, que era culpable.

La noche del 18 al 19 de abril yo estaba a punto de irme a la cama cuando leí en Twitter noticias de que había habido un tiroteo a las afueras de Boston. Un policía estaba gravemente herido (después moriría, lamentablemente). Que fuera en la misma ciudad donde tres días antes había habido un atentado terrorista, y unas horas después de que salieran a la luz las fotos de los sospechosos, despertó mi curiosidad. No puede evitar seguir los acontecimientos: después del tiroteo, leí informaciones sobre un coche robado, una persecución, lanzamiento de explosivos… Cada vez estaba más claro que todo ello tenía que ver con las bombas de la maratón, como se acabó por confirmar.

Algo antes de las tres de la madrugada empecé a ver tuits en los que se identificaba a Sunil Tripathi como uno de los terroristas del maratón de Boston a los que perseguía la policía. Alexis Madrigal, de ‘The Atlantic’, explica con detalle en este artículo cómo empezó a circular por Twitter el nombre de Tripathi —así como el de un probablemente inexistente Mike Mulugeta— a partir de un tuit de las 2:43 de la mañana del usuario @ghughesca. Éste —que desde entonces ha borrado su cuenta— escribió que la radio de la policía de Boston había transmitido esos dos nombres. Según Madrigal, nunca se pronunció el nombre de Tripathi ni ninguno que se le pareciera. Pero lo cierto es que la bola empezó a rodar, empujada por varios periodistas y, sobre todo, por la principal cuenta de Anonymous en Twitter: a las 3:00 @YourAnonNews, con más de un millón de seguidores, repitió la información falsa de @ghughesca en un tuit que recibió casi tres mil retuits (reenvíos), multiplicando su efecto. Para Madrigal sólo hay dos explicaciones: que mucha gente oyera en la radio de la policía lo que quiso oír, sugestionada por lo que ya se venía especulando en Reddit, o que todo esto sea una especie de engaño organizado por algún grupo desconocido.

Sea como fuere, yo no sabía nada de eso aquella noche. Alrededor de las 3:00 comprobé que el nombre de Sunil Tripathi se había convertido en trending topic (tendencia en Twitter). Sobre esa hora, Anthony De Rosa, editor de redes sociales de Reuters, tuiteó: «una fuente me proporcionó anteriormente el nombre de Sunil Tripathi». Decenas de usuarios tuiteaban collages en los que se mostraba un parecido bastante razonable entre Tripathi y uno de los presuntos autores de las bombas del maratón identificados por el FBI. Según aseguraban varias cuentas de Twitter —entre ellas por ejemplo la de Russia Today, un «medio serio» con más de 450.000 seguidores— se había nombrado a Tripathi como sospechoso en la radio de la policía de Boston.

Todo parecía cuadrar. En mi sorpresa por que Reddit se hubiera adelantado al FBI en identificar a uno de los culpables de las bombas y por que Twitter desvelara su identidad antes que cualquier medio de comunicación «tradicional», tuiteé lo siguiente:

Solo, frente a mi ordenador pasadas las 3:30 de la mañana, tuve por un momento la impresión de estar asistiendo a un episodio fundamental en la revolución digital y la batalla por definir la comunicación en el siglo XXI. Pero era sólo una impresión en medio de la vorágine tuitera: la palabra clave en mis tuits era «aparentemente» y en este caso, como se acabaría por demostrar, las apariencias engañaban. Cinco minutos después, compartí la siguiente reflexión:

Me debatía entre lo maravilloso de que las noticias fluyeran en tiempo real —a pesar de todo, esa noche Twitter fue en su mayor parte un medio de comunicación excepcional— y el peligro de que rumores infundados lo hicieran con la misma rapidez. Supongo que la mayor ventaja de Twitter —su inmediatez, su radical horizontalidad sin casi filtros— es a la vez su mayor defecto. Y ocho minutos más tarde, expresando mi estado de asombro y confusión, utilicé como hashtag (etiqueta de Twitter que empieza por el símbolo «#») la expresión que da título a esta entrada:

Poco después, el vértigo se convirtió en caída al vacío. A las 5:24 de la mañana, NBC News tuiteó la siguiente información: «las especulaciones de que uno de los sospechosos por las bombas es un estudiante desaparecido no son correctas». Poco después se confirmaba que Reddit y Twitter se habían equivocado de lleno. (El director general de Reddit tuvo que escribir unos días después esta disculpa en el blog de la empresa). El desaparecido Sunil Tripathi no tenía nada que ver con el atentado de Boston. Su  familia, que llevaba más de un mes buscándolo, había tenido que sufrir durante interminables horas las falsas acusaciones, además de los insultos y amenazas en la página de Facebook que gestionaban para ayudar con la búsqueda, que tuvieron que cerrar momentáneamente. Como si no tuvieran ya bastante. Angustia sobre angustia. Por desgracia, además, unos días más tarde el cuerpo sin vida de Tripathi fue encontrado en las aguas del puerto de Providence. (Amy Davidson, de ‘The New Yorker’, escribió este sentido homenaje para Sunil Tripathi y su encomiable familia, al cual me uno).

La historia de cómo aquella noche Twitter fabricó de la nada, con la ayuda de Reddit, un sospechoso falso debería servirnos a todos de lección. Conviene tomarse periódicamente una pastilla de mesura —en momentos de crisis, doble— para combatir los peligros del #VértigoTwitter y poder disfrutar de sus ventajas con mayor cuidado, especialmente cuando mencionemos a personas ajenas. Lo que se dice en las redes sociales tiene efectos en la «vida real» y, como demuestra el caso de Sunil Tripathi, a veces muy perniciosos.